Barranquilla, Colombia. Febrero 8 de 2023.
Señores:
Países Miembros de la Opep y Opep Plus (Federación Rusa).
Arabia Saudí, Kuwait, Irán, Irak y Venezuela, Argelia, Angola, Ecuador, Libia, Nigeria, Qatar, Gabón, Indonesia y Emiratos Árabes Unidos.
Respetados Señores.
En la esfera geopolítica mundial han transcurrido tres eventos importantes en formas seguida, el primero de ellos fue la reunión número 77 de la Organización de las Naciones Unidas del 20 al 23 de septiembre el año anterior en New York, la segunda el Foro Económico de Davos en Suiza entre los días 16 y 20 de enero de 2023 y la más reciente la VII cumbre de la CELAC celebrada el día 24 de enero del presente año en Argentina.
Como bien es de conocimiento internacional el presidente de mi país Colombia, Gustavo Petro Urrego se posicionó como líder mundial latinoamericano con su discurso en los tres eventos.
Cuando toca el tema de los combustibles y las soluciones transicionales se nota que está mal asesorado, mal informado y desconoce el tema.
Mi objetivo es hacerles llegar un ensayo que he elaborado para que todos los países miembros de la OPEP, encuentren argumentos de peso académico y no se siga desinformado al respecto.
Entiendo que el presidente Gustavo Petro Urrego no lo hizo de mala intención, a pesar de que anteriormente yo le he ido enviando material para que analice con sensatez lo que vaya a pronunciar en sus discursos. En realidad, el desconocimiento y la desinformación en el tema están ocasionando una crisis desinformativa sobre la realidad de lo que encierra esta estrategia.
Como hombre de ciencia, como escritor, como investigador científico, sin prebendas ni estipendios de ninguna índole, censurado por las academias oscurantistas del dogma, los medios al servicio de la mentira y hasta por el mismo estado, discriminado hasta la saciedad indolente del sistema neoliberal. Hoy ofrezco disculpas a nombre de mi país Colombia y pido perdón por ese fiasco internacional en donde se aprecia una mala intención de sabotajes contra la industria petrolera y otros combustibles con fines estratégicos. Además de toda una desinformación que sólo busca beneficiar los intereses de Washington.
A nombre de la ciencia, como librepensador se aclara, que la ciencia jamás ha manifestado que la existencia de la vida misma se encuentra en peligro por culpa del petróleo, carbón y gas, eso en ningún estudio aparece relacionado, ya que la ciencia trata de ser objetiva y es abierta, ella crea un sistema para confirmar o desvirtuar cualquier suceso o evento y enmendar sus propios errores. Por tal motivo les hago llegar ensayo titulado:” Los devaluados petroclimagate una bonanza para Norteamérica”. Este ya está publicado en los medios latinoamericanos. Cualquier medio que reciba este ensayo está autorizado para publicar, difundir, en cualquier medio y en cualquier idioma, se hace necesario dignificar la calidad de la educación ya que este es la primera víctima de estos montajes, los cuales se maquinan con toda una estructura “académica y seudocientífica”.
Aclaro que llevo más de cuarenta años cuestionando estos temas, con las consecuencias que ello me ha acarreado.
No se puede seguir con el engaño, el fraude, la mentira y menos jugar con la independencia y seguridad de la productividad mundial y menos buscar imponer infraestructuras energéticas depredadoras y sujetas a contingencias como las energías neoliberales ("energías limpias" también denominadas basura neoliberal transicional BNT)
Reiterando nuevamente que la protección del medio ambiente es un problema de ética, de dignidad y de soberanía nacional y que pese a toda la desinformación en el ensayo mencionado se explica por qué el petróleo, el carbón y el gas natural son combustibles biológicos.
Nuevamente ofrezco disculpas a nombre de mi país Colombia y a nombre de la ciencia por toda esa serie de argumentos infundados y ahora bajo la férula de la retórica eufemística de que la" ciencia lo dice", como lo manifestó el presidente de Colombia, mil disculpas por ese fiasco pincelado de neoliberalismo y alineado a las políticas de Washington.
Cordialmente:
José de Jesús Tejada Maury.
Investigador Científico.